Nuestra Historia

La parte más antigua de la masía se construyó con bóveda de arista, un tipo de construcción basado en el arco de medio punto entrelazado, originario de época románica. Aunque probablemente la construcción de la primitiva masía date del siglo XVI no se ha realizado ningún estudio arqueológico para obtener la datación precisa de la construcción original.  A principios del siglo XX se realizaron las primeras reformas de la casa, de la bassa de riego, de la masovería, y del pajar adyacente. La casa, todo encalada de blanco, era conocida en ese momento solamente con el apodo “Mas Blanc”, la masía blanca.

La familia Bofarull compró la casa en 1974, realizando importantes obras de reforma además de la construcción de la pista de tenis adyacente. A partir de ese momento la propiedad adquiere un nombre propio: Mas Xibeques. El nombre nació de forma natural por la conjunción de dos hechos. Por un lado, la curiosa y persistente visita a la casa de un tipo de lechuza, llamada en catalán óliba comú o xibeca. Por otro lado, la constatación de un apellido recurrente, Sibeca o Sibeques, que aparecía como titular de la heredad en las antiguas escrituras de propiedad. En los años 2000 se realizará otra amplia reforma de la casa, uniéndose la zona residencial con las antiguas caballerizas, además de rehabilitarse las buhardillas y construirse una piscina exterior aprovechando antiguas losas de piedra.

La finca está formada por 30 hectáreas de bosque y tierras de cultivo. Unos bosques frondosos y con historia, puesto que el Rey Juan el Cazador, en la segunda mitad del siglo XIV, tenía una especial devoción por organizar cacerías en estos parajes, conocidos entonces como los bosques de Orriols. A través de toda la propiedad discurre la riera Cassinyola, que provee de agua a la finca además de formar un lindo estanque con una bella cascada. La fuerza hidráulica de este riachuelo era aprovechada por un molino de agua, conocido como el Molí de la Rata. Del viejo molino, hoy totalmente en ruinas, solo se conserva la antigua rueda de moler, reconvertida en una mesa de piedra que acaba de configurar, con el salto de agua de fondo, una idílica zona de picnic.

 

Mas Xibeques